Tener tanto miedo de no encontrarse y tanta necesidad de perderse.
Querer salir de la tormenta para meterse en el centro del huracán.
Huir de los problemas para, simultáneamente, perseguirlos.
Todo y nada.
Siempre y nunca.
No lo entiendo y a la vez está todo tan claro...(de una forma muy oscura).
El deseo se mezcla con el odio en esta continua guerra entre la mente y el cuerpo.
Y todos sabemos que ninguno de los dos puede salir victorioso si no sucumben ambos primero.
F**ck
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jueves, 9 de mayo de 2013
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